190 años del nacimiento de Soledad Acosta de Samper, pionera del feminismo
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La guerra resultó una de las más cortas que vivió el país.
Más duró el conflicto en la casa de Soledad donde sus padres: Joaquín Acosta, católico,
y Carolina Kemble, protestante, se disputaron la religión de su hija. De nada
valió un tercer convidado a la disputa, la abuela materna, pues Soledad terminó
siendo católica.
Fue una viajera frecuente. A los 12 años ya había vivido en Canadá,
Inglaterra, Perú y en París, donde estuvo en tres épocas distintas. Con 20 años,
en 1853, Soledad conoció al escritor y político colombiano José María Samper,
encuentro que dio origen a la escritura de su diario y que interrumpió en 1958,
a la víspera de su matrimonio y de su posterior viaje a Londres. Su matrimonio
dio lugar al malintencionado chiste de «Soledad a costa de Samper», para
señalar que su carrera y notoriedad se debían a su marido. Nada más alejado de
la realidad.
El matrimonio llegó a Paris y allí Soledad se inició en la escritura pública, como correspondiente –hoy corresponsal– de algunos periódicos bogotanos y limeños. Bajo seudónimos (para huirle al machismo) como los de Andina o Aldebarán, la estrella más brillante de la constelación de Tauro, su signo zodiacal, Soledad empezó su carrera como periodista que nunca abandonó. Regresó a Bogotá en 1864, después de vivir dos años en la ciudad de Lima, Perú.
Dos años después llegaron para ella tiempos difíciles. Sus dos
hijas mayores mueren a causa de una epidemia, su esposo fue arrestado tres años
por razones políticas y Soledad se quedó sin ningún bien material debido a que
todos ellos fueron confiscados.
PIONERA DEL FEMINISMO
Soledad Acosta no solo fue la escritora más prolífica del
siglo XIX en Colombia, sino una de las más importantes e influyentes de
Latinoamérica. En sus labores como novelista, cuentista, periodista, historiadora
y editora, escribió 21 novelas, 48 cuentos, 4 obras de teatro, 43 estudios
sociales y literarios, y 21 tratados de historia; fundó y dirigió cinco
periódicos, además hizo numerosas traducciones.
En 1878 fundó su primera revista, La Mujer. Tres años
después fundó La Familia, que circuló hasta 1885. En 1889 lanzó El
Domingo de la Familia Cristiana y en octubre de 1898, El Domingo. En
marzo de 1905 creó su última publicación, Lecturas para el hogar.
Una holandesa en América es quizás su mejor obra. Una novela
de viaje y de formación que narra, por medio de diarios y cartas la Colombia de
mediados del siglo XIX, la inmigración europea, la vida de sus mujeres, los
retos y contradicciones del proyecto de modernización y las guerras civiles.
Pero no solo incursionó en literatura, sino que se metió en
el terreno de los varones de su época. Dedicó numerosos estudios sociales al
tema de las mujeres y su papel en la sociedad, por lo que es considerada una
pionera del feminismo. Alzó su voz y sacó su revista La Mujer, la primera publicación en Colombia dirigida y redactada por mujeres. Igualmente
realizó más de una veintena de estudios relacionados con la mujer y su papel en
la sociedad. A lo largo de su trayectoria se dedicó a orientar a la mujer.
“Era una mujer culta y cosmopolita, de clase privilegiada, que había viajado por el mundo y conocía varios idiomas”. Eso lo escribió Pilar Quintana en el prólogo de una reedición de El corazón de una mujer. “Había fundado cinco revistas, reflexionado sobre el papel de la mujer en la sociedad, abogado por su educación y labor intelectual y abierto el camino para las escritoras colombianas, en una época en la que se creía que las mujeres se debían exclusivamente a la familia y los trabajos domésticos. Estas ideas liberales, precursoras del feminismo, convivían en ella con otras más conservadoras y de tradición religiosa, pues era una católica devota”, detalla la escritora colombiana, ganadora del Premio Alfaguara de Novela del año 2021.
DE NUEVO A EUROPA
Vuelve a cruzar el Oceano, aunque por diferentes circunstancias.
En 1891 llegó nuevamente a Paris. Su esposo había muerto dos años antes y doña
Soleda, como la llamaban, dejó Bogotá en compañía de su madre y sus dos hijas. Siguió
escribiendo y traduciendo para sostener su vida en Europa. También, según su
biógrafo Santiago Samper Trainer, con el producto de su actividad comercial
como comisionista, pues enviaba mercancía a negocios en Colombia, al mismo
tiempo que escribía para revistas españolas. Un años después fue nombrada como delegada
de la República de Colombia al IX Congreso Internacional de Americanistas en el
Convento de La Rábida celebrado en España. También representó a Colombia en los
congresos conmemorativos del Cuarto Centenario del Descubrimiento.
Al regresar a Bogotá, 1896, continuó al frente de proyectos
editoriales de carácter historiográfico con motivo del Centenario de la
Independencia.
Tras su muerte en Bogotá, el 17 de marzo de 1913, su nombre casi desapareció de los anales de la literatura y solo hasta la última década del siglo XX se despertó el interés académico por la escritora colombiana y su obra. El año 2013 fue declarado “Año Soledad Acosta de Samper” por el ministerio de Cultura con motivo del centenario de su fallecimiento y con el propósito de rescatar del olvido su amplia, variada y relevante obra.
SU OBRA A UN CLIC
Si quieres acercarte a la obra de la escritora colombiana, puedes
seguir este LINK que te llevará al apartado que la biblioteca del Banco de la
Republica tiene de ella. 👉 Soledad Acosta de Samper
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